1/14/2009

The Wire (2002-2008)

La verdad es que a veces solemos abusar de términos como "genial" y "obra maestra" y luego cuando uno se encuentra con una verdadera maravilla como la serie de las que le hablo hoy, pues casi que no encuentra palabras. Así que intentaré explicarles de otro modo la relevancia de The wire: digamos que a la televisión le podemos perdonar toda la basura que ofrece a diario y en abundancia, a cambio de series como "Twin Peaks", "The Simpsons" y, ahora, "The wire".
Necesitaría escribir un post bastante extenso para hablar de cada temporada, pero como no quiero aburrirles ni reventarles la trama, intentaré hacer un breve resumen de la serie en general. La productora de la misma es HBO, la misma que la de "Los Soprano" y también guarda relación con la serie de Tony Soprano en el sentido de que rebosa calidad. La primera temporada es la más típica, parece una serie más de policías: tenemos como protagonista a Jimmy McNulty, un detective separado, con ascendencia irlandesa, al que le gusta el whisky más de lo que debería y que está harto de la ineptitud de sus superiores, así que aprovechando su amistad con un juez, puentea a sus superiores para conseguir un permiso para pinchar unos cuantos teléfonos de narcotraficantes y un equipo de investigadores, compuesto de perdedores, inútiles y condenados al ostracismo. Hasta ahí lo normal, lo diferente es que los traficantes también son protagonistas y algunos de ellos son mejores personas que muchos policías y, además, veremos cómo los miembros del equipo no son tan inútiles como parecía al principio, el mejor ejemplo de ello es Lester Foreman, un detective condenado durante muchos años a una sección sin importancia y que se dedica a ganar un sueldo extra fabricando muebles para casas de muñecas. A lo largo que pase el tiempo, Foreman revelará como auténtico cerebro del grupo y devendrá en uno de los personajes más carismáticos. En la segunda temporada, la serie da un gran cambio, ésta vez se centra en el puerto de Baltimore y en el sindicato de estibadores. En este momento se demuestra la coherencia de los guionistas, ya que McNulty pasa a ser un secundario y vemos que no es el verdadero protagonista (es que lo grande de esta serie es que no hay protagonistas, es como una novela rusa del XIX con un sinfín de personajes). Esta temporada es una de mis preferidas y en ella vemos como va ganando protagonismo Omar, un ladrón de traficantes que se enorgullece de no haber matado nunca a ningún civil y que parece una especie de cowboy salido de un spaghetti western de Sergio Leone, un ser con un código moral mínimo, pero que respeta hasta el final y que hará justicia más de una vez a lo largo de la serie. La tercera es una de las que menos me gustan, está centrada en el mundo de la política y en ella la incorporación es el político Tommy Carcetti y lo que tendrá que hacer para llegar a ser alcalde de Baltimore. Y para rizar el rizo, también surgirá "Hamsterdam", un barrio donde está legalizada la droga, por iniciativa del teniente Bunny Colvin, agobiado por las subidas de las estadísticas criminales. Una iniciativa que demostrará tener éxito, pero que será abortada de raíz por sus superiores, que se lo pagarán despidiéndolo. Pero luego viene la cuarta temporada, la mejor según mi punto de vista, y en ella seguiremos las peripecias del ex detective polaco Pryzbylewski, después de que sea expulsado del cuerpo de policía y se meta a profesor en un instituto. Esta temporada constituye un análisis del sistema educativo americano (y por ende de todos los sistemas educativos) increíble. También se puede ver la vida de sus alumnos y cómo derivará hacia caminos completamente diferentes. Al mismo tiempo también aparecerá una nueva banda de traficantes, después de que el equipo de policía y Omar, cada uno por su lado, terminen con el clan Barksdale, que en este caso es aún más cruel y violento que la anterior (lo cual constituye un acierto, ya se sabe que cuanto más malos sean los malos en una peli, mejor). Por último, la quinta temporada supone un digno final a una serie magnífica. En esta ocasión, los nuevos personajes que se incorporan son los periodistas y conoceremos a la redacción del periódico "The Baltimore Sun". De nuevo McNulty gana protagonismo, ya que se le ocurrirá una rocambolesca idea para conseguir más medios para la policía y para conseguir atrapar a la banda de Marlo Stanfield. Lo verdaderamente genial de esta serie es que de nuevo vuelven a aparecer todos los personajes de todas las temporadas (bueno, los que siguen con vida), aunque sea sólo en un episodio de forma anecdótica.
Y bueno, después de este largo resumen (en el que, en realidad, no he contado casi nada de todo lo que pasa), espero que les haya quedado un poco más claro por qué podemos hablar de "obra maestra": personajes bien definidos; coherencia a lo largo de la historia; trabajo de guión, guión y sólo guión, sin caer en la tentación de los golpes de efecto, como en el cine clásico y, fidelidad al género negro, cuya intención original siempre ha sido una crítica a la sociedad y una reflexión ética. Esto es lo mejor de la serie: que hace pensar al espectador sobre la moralidad y eficacia de la policía, de la lucha contra las drogas, sobre el sistema educativo, la política, los mass media...
Y, como reflexión final, decir que antes de ver The Wire, era fiel seguidor de The Shield y de las aventuras del corrupto detective McKey, pero hay que reconocer que, en comparación, The Wire gana por goleada, por su mayor realismo y complejidad.

1/06/2009

The Spirit (2008)

Hola de nuevo y Feliz 2009 a todos. Después de las fiestas navideñas llegó la hora de retomar la actividad, pero bueno, hoy no quería enrrollarme mucho porque la crítica que planteo hacer es un tanto despiadada y es que The Spirit no me ha gustado nada de nada (y no es que me hubiera creado muchas expectativas la película).

En fin, yendo al grano, supongo que a estas alturas todo el mundo conoce a Frank Miller y su labor como guionista de cómics (muy grande) y dibujante (no tan grande), una labor que dió novelas gráficas (como gusta llamar ahora a los tebeos) como Sin City o 300. Una trayectoria brillante de la que el hombre no tendría que haberse desviado para hacer el truño que nos ocupa.

En primer lugar vamos a lo obvio: a Frank Miller no se le da nada bien el sentido del humor (cualquiera que haya leído sus cómics me dará la razón enseguida) y esto queda patente en la película: chistes que no hacen gracia a nadie, humor de trazo grueso, escenas que recuerdan a la película de Mortadelo y Filemón... Y en segundo lugar, es un pésimo narrador cinematográfico. En el cine en que vi la película la gente se aburría tanto que ya le daba igual hacer chistes (mejores que los de Miller) y comentarios sobre el film a grito pelado.
Aparte, no estaría mal que el director aclarase por qué le ha dado a la película ese tono a lo Sin City y a lo 300, cuando The Spirit es un cómic mucho más antiguo y que no tiene nada que ver.


(Lo mejor de The Spirit)


Y los actores están todos horribles, con mención especial para Paz Vega (es que su papel no hay por dónde cogerlo) y a Samuel L. Jackson, que a pesar de ser un buen actor, en esta peli está insoportable. Pero para papelón el de Miller, después de haber rajado tanto sobre la industria y sobre lo que hicieron con su guión para Robocop 2, nos ofrece la peli de superhéroes más típica y tópica de la década. Ah! y con los diálogos más estúpidos.

Question Mark & The Mysterians: 96 tears