9/14/2010

Macario (1960)

Hola de nuevo, en este largo impasse sin hacer acto de presencia por aquí he estado haciendo bastantes cosas (no tantas cosas como hubiese querido, pero vaya, no me quejo). Y bueno, un pequeño cambio que se ha operado es que me he tomado unas vacaciones de tanta bizarrada y me he puesto a ver mucho cine del bueno. Uno de los numerosos hallazgos ha sido esta película que constituye un clásico en el cine mexicano, pero que aquí en España (y supongo que en el resto del mundo) no es muy conocida. Y es un film muy recomendable, tanto para los paladares más exquisitos como para los que acostumbran a ver frikadas.
Una de las mayores virtudes de Macario es su fotografía: Gabriel Figueroa era un gran fotógrafo, como demostró trabajando a las órdenes de Emilio "Indio" Fernández. Gracias a su labor, la factura del film es más que digna. En cuanto a los actores, están maravillosos y el hecho de que no sean conocidos (ya digo, por lo menos aquí) hace que te los creas completamente. Mención especial merece el protagonista, Ignacio López Tarso, que borda su papel de campesino brutote pero de buen corazón.
Por otro lado, la articulación del guión (jo, voy a tener que dejar de leer el "Dirigido por") es magnífica, no voy a reventarle el final a nadie, pero tiene un giro genial y que te hace quedarte pensando "WTF". Pues eso, resulta que Macario (el de la peli, no el muñeco de José Luis Moreno) es un campesino con más hijos que un morgaño (extremeño y andaluz: una arañilla) y que casi nunca come porque lo poco que llega a la mesa lo comparte con ellos y su mujer. Así que un día pide el deseo de comerse un guajolote (mexicano: un pavo) para él solo, sin compartir con nadie. Su mujer le roba el pavo y se lo da para que se lo coma él solo. Y aquí empieza lo bueno, si hasta ahora la peli es realista da un gran cambio y hace acto de aparición lo sobrenatural. Al hambriento campesino se le aparecen Dios y el Diablo para ponerlo a prueba y que comparta el ave con ellos, a lo que Macario se niega. Hasta que aparece la muerte y a ella (bueno, mejor dicho a él, es que los mexicanos creen como los ingleses que la muerte es un ente masculino? Pregunto.). Así que la /el muerte en agradecimiento le da algo a cambio... un agua milagrosa que puede devolverle la vida a los moribundos... Y no cuento nada más, lo único es que a partir de ahí la historia continúa de una forma muy inteligente e ingeniosa.
Pues lo dicho, que si le dedican un rato a verla no creo que se arrepientan.

5/25/2010

De "Perdidos" al río

Seré breve, porque no tengo muchas ganas de meterme en discusiones bizantinas, que para eso habrá un montón de páginas y de foros que desmenuzarán el final de Lost y por qué ha sido tan bueno o tan malo. Just for the record: el capítulo final de la serie apesta. Y lo digo sin odio y sin rencor, hace ya mucho tiempo, más bien temporadas, que Perdidos andaba de capa caída y no conseguía despertarme ni la más mínima emoción. La seguía viendo igual que uno termina una novela que ya no le gusta, por saber cómo acaba todo al final, aunque ya no le interese y porque no se diga, como una prueba de resistencia. Long story short, un final que no resuelve ninguna de las numerosas incógnitas que ha ido planteando la serie, pero que pretende contentar a todo el mundo para que no parezca que le han estado tomando el pelo. Pero claro, cuando uno intenta agradar a todo el mundo, en realidad no le hace gracia a nadie. Personalmente, me quedo con el final de Twin Peaks, ahí Lynch sí que tuvo valentía, con un final en el que sí daba respuestas, lo que pasa es que no se entendía ni jota.

5/17/2010

XTC: Dear God



No sólo la música es buenísima, sino que también la letra es de las que dan que pensar.

5/12/2010

James Gray

Buenas, en la medida de lo posible intentaré hacer un breve repaso a uno de los directores más interesantes del panorama actual. Un director atípico, muy "europeo" para ser norteamericano y que tiene claras influencias del polar francés. Gray destaca por sus constantes temáticas: la familia, la culpa, la redención y por su sello personal: una cuidada dirección de actores, una fotografía elegante, una música que casi nunca se deja notar (aunque haya trabajado con compositores de la talla de Howard Shore o Wojciech Kilar) y un ritmo pausado, que no aburrido. Además siempre sitúa su mirada sobre la comunidad judío-rusa de New York y casi siempre sobre el mundo del crimen, pero de una forma muy diferente al maestro (por lo que a mí respecta) en este tipo de películas, Martin Scorsese. En fin, empezamos con el repaso:
(Aclaración: pongo los títulos en inglés porque los títulos que les ponen en España a sus pelis me parecen un tanto "peregrinos", por no decir otra cosa)

-Little Odessa (1994). Ambientada en el barrio neoyorquino llamado de la misma manera, cuenta la historia de dos hermanos, Edward Furlong y Tim Roth, éste último mafioso y bastante malote, al que la familia no lo quiere ver ni en pintura, pero su hermano pequeño (Furlong) se empeña en darle una oportunidad y cree que en el fondo no es tan malo. Para ser su opera prima, Gray demuestra mucha madurez en el tratamiento de personajes y en el guión (el monólogo que hace el padre sobre la relación padres-hijos es inolvidable). Aquí aparecen ya sus constantes temáticas y además un aspecto muy interesante: como Tarantino, Gray también trabaja con viejas glorias en todos sus films. En este caso Vanessa Redgrave y Maximiam Schell, que, por cierto borda su papel de padre autoritario.



-The Yards (2000). Ésta es la que más me recuerda a un polar francés. Mark Whalberg es un chico que ha tenido mala suerte y que está bajo libertad condicional. Casi sin comerlo ni beberlo y de la forma más tonta se verá metido en un marronazo por el novio de su prima (Joaquin Phoenix), que le echará el muerto (nunca mejor dicho) de un asesinato que puede poner en peligro todo el negocio de James Caan, que está con la tía de Walhberg (como ya he dicho, en sus pelis todo queda entre familia). En esta ocasión las estrellas invitadas son dos rostros habituales del Spaguetti Western (y de muchos géneros y subgéneros más) como Tony Musante y Tomas Millian.

-We own the night (2007). De nuevo repiten Mark Whalberg y Joaquin Phoenix. En el apartado viejas glorias tenemos nada menos que a Robert Duvall, que, como siempre, se sale. Para mí, esta es la obra maestra de Gray, sin duda. Todo encaja como un reloj, de nuevo tenemos una historia sencilla y que parece haber sido miles de veces, pero es el realismo y el ritmo pausado lo que la hace especial. De nuevo Phoenix es un marronero, pero no es tan mal chaval y cuando la mafia rusa, con la que guarda una relación bastante estrecha, intenta matar a su hermano policía decide redimirse y volver al lado de su familia verdadera. Lo que me dejó con la boca abierta es una persecución de coches en las calles de Nueva York que no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados a ver por su verismo. Altamente recomendable.

-Two Lovers (2008). Recientemente estrenado en España y la peli con la que supuestamente Joaquin Phoenix se ha despedido de su carrera como actor. En fin, qué decir, ésta es la que menos me gusta de todas, supongo que porque no hay delitos ni mafia ni nada, de hecho el papel de J. Phoenix me parece un pagafantas de manual. Aunque su familia quiere liarlo con una chica judía (que la chiquilla no está nada mal, por cierto), pues él se encapricha de una vecina bastante casquivana y problemática interpretada por Gwyneth Paltrow. Sin embargo, no deja de ser una película bastante buena y muy recomendable. Por cierto, ya me gustaría ver la cara de quien entre al cine esperando ver una comedia romántica y se encuentre con esto, je je. Ah, se me olvidaba, a quien recupera en esta ocasión es a Isabella Rossellini.

Y aquí acaba el repaso, espero que disculpen la falta de exhaustividad y de profundización en la filmografía, pero es que no tengo mucho tiempo. En resumen y para terminar, que todas las pelis de este hombre son recomendables y se merecen un visionado al menos.

2/26/2010

Celda 211: un entretenimiento más que decente

Pues ya sé que es un poco tarde para hablar de esta peli, pero por mucho que hice por verla en el cine, (antes de que recibiese los Goya ya me interesaba bastante) he tenido que esperar a que saliese en dvd para disfrutarla. Y después de su visionado, tengo que decir que no me ha decepcionado, incluso da mucho más de lo que esperaba. En cuanto a los Goya, en mi opinión, por una vez y sin que sirva de precedente, han acertado de lleno premiando esta cinta, así como "El secreto de sus ojos". Ambas tienen en común que son, a su manera, cine de género, la argentina un policíaco y ésta un thriller carcelario. Una circunstancia curiosa sobre esta celda es que ha sido producida por una televisión (Tele5) que acepta como una imposición tener que producir películas y lo hace de mala gana. Ironías del destino...
Entrando de lleno en la crítica, qué voy a decir que no se haya dicho ya. Tiene virtudes y defectos, pero en mi opinión las virtudes pesan más y lo que más me gustó es que al principio parece que vamos a encontrarnos con una americanada, una situación que da mucho juego y que resulta un poco inverosímil: un futuro funcionario de prisiones que tiene que hacerse pasar por preso en un motín. Sin embargo, conforme la propuesta va avanzando nos encontramos ante lo que parece más un sucio y político spaghetti western o un western de Sam Peckinpah o un western claustrofóbico como "Rio Bravo", pero en cualquier caso un western. Y está claro por qué: situación límite, fuerza bruta, amistad. En concreto, hay un diálogo entre Malamadre (el personaje de Luis Tosar) y Calzones (Juan, el funcionario que se hace pasar por preso) que me recordó a Faccia a faccia (Sergio Sollima, 1967) cuando Gian María Volonté y Tomás Milian se han intercambiado sus papeles de bueno/malo y el pacífico profesor es en realidad más sanguinario y violento que el forajido. Y otra cosa a lo que me recordó Celda 211 es al cine de los 70 en general, cuando todo el cine de género tenía contenido político y era una crítica a las instituciones y al poder, porque ése parece ser el mensaje de la peli, que el estado es aún más cruel que los presos que mantiene entre barrotes. Como diría el personaje de cómic Makinavaja, creo recordar que interpelando a un alto cargo de la policía, "vuestros perros muerden más fuerte que los nuestros". En conclusión, una prueba más de que el cine de género puede tener sustancia y que no hace falta aburrir a los corderos para dar un mensaje al espectador. Ojalá que tome nota de ello el cine español...

2/17/2010

Nouvelle Vague: Y van tres

Hoy quería hablarles de un grupo que me fascina, como supongo ya sabrán soy bastante aficionado a las versiones (o covers, como se dice ahora) y este grupo francés que comenzó su andadura en 2004 con un excelente disco sacó el pasado año el tercero (aunque yo me enteré hace poco). La verdad es que la idea de partida es genial: hacer versiones en clave de bossa nova de canciones de la new wave y llamarse nouvelle vague como homenaje al cine francés ("nueva ola" en portugués, inglés y francés, respectivamente). El primer disco es maravilloso, casi que no sé con cuál de todas las versiones quedarme, aunque me gustan especialmente el "Friday night, saturday morning" de The Special y "In a manner of speaking" de Tuxedomoon. Por cierto, que ese es otro de los puntos a favor de este colectivo musical, rescatar del olvido canciones buenísimas que muchos que no son muy conocidas.
Tras este impresionante debut, volvieron a la carga dos años después con "Bande a part" (otra vez homenaje a la nouvelle vague y a Godard en concreto). Si bien este disco confirmó que no eran una moda pasajera, a mi modo de ver incluye algunos patinazos, sobre todo la versión de "Dancing with myself" de Generation X, que hace odiosa una canción super alegre o la del "Heart of Glass", de Blondie, que no aporta nada nuevo. Sin embargo, también tiene muchos aciertos: la revisión en clave James Bond del "Don't go" de Yazoo, la versión del "Human Fly" de The Cramps o el descubrimiento (al menos para el que suscribe) de una canción tan bonita como "Dance with me" de The Lords of the New Church.
Y llegamos al 2009, con su tercera entrega, llamada precisamente "3". Como novedad, incluyen duetos con los cantantes originales de los éxitos, por ejemplo, Barry Adamson (ex Magazine) o Ian McCulloch (de Echo & The Bunnymen), además al repertorio de bossa nova y easy jazz han añadido ahora el country y el bluegrass. Sirva como ejemplo la versión del "Road to nowhere "de Talking Heads. Este nuevo disco también alterna los momentos grandes con otros bastante flojos (la versión del "Good save the Queen" de los Pistols). Sin embargo, siguen siendo un grupo y una propuesta muy interesante. Y todo este rollo viene a cuento de que les recomiendo que dediquen una oportunidad a estos franceses, seguro que no les defraudará y les dará ganas de volver a escuchar clásicos de los 70 y los 80 que hemos oído mil veces ya.

1/07/2010

Archivo Zombie IV: Algo olía a podrido en los 80

Gracias a mi amigo Jarre retomo una de las series que dejé incompletas hace ya más de un año. Continuamos con el tema de lo zombie de nuevo por donde lo dejamos, allá por el año 1982, cuando Italia y España cogieron el testigo dejado por Romero.
Los 80 parece que fueron una buena década para el terror (más por cantidad que por calidad, eso sí hay que decirlo) y las estanterías de los videoclubs estaban cargadas de películas de este género. Aunque a priori parece que lo que triunfaba era el slasher (con las secuelas de Viernes 13 y sus imitadoras) y las pesadillas de Freddy, también floreció el putrefacto subgénero de los zombies.
Antes de entrar en detalles me gustaría destacar unos cuantos de films que si no entran plenamente en la categoría canónica sí son muy recomendables y los no muertos juegan un destacado papel en ellas. Como curiosidades, señalar El terror llama a su puerta (1986) de Fred Dekker, muy divertida y un sentido homenaje a la serie B de terror ; El cementerio viviente (1989), un perverso cuento de Stephen King con reminiscencias de La mano del mono y luego un hito en este tipo de cine Evil Dead (1982), de Sam Raimi, que con cuatro duros y un puñado de amigos creó un clásico (aunque me sigue gustando más Evil Dead 2). También hay que destacar La serpiente y el arco iris (1988), de Wes Craven, que habla de los zombies de verdad, los de Haiti. Y ahora, vamos a comentar, parece que 1985 fue el año zombie:

-El Día de los muertos, de George A. Romero (1985). Con muy pocos medios y una historia que cojea, el padre de la criatura se despedía (aparentemente) del subgénero y cerraba la trilogía de los muertos. A pesar de ser la más floja de las tres, tiene elementos inolvidables, como el zombie Bub o esa imprecación final del militar siendo despedazado por la horda de no muertos deseándoles a los comensales que se atraganten con sus visceras.

-El regreso de los muertos vivientes (1985). Con mucho morro y ganas de guasa, el recientemente fallecido Dan O'Bannon (colaborador de Carpenter en su primer film, Dark Star, y uno de los creadores de la saga Alien) revivía la saga de los zombies y daba pie a que crease una trilogía paralela (lástima que luego bajase la calidad). La frase inolvidable, pronunciado por un novio en proceso de transformación a su prometida: "¿Me amas?, pues dame tu cerebroooo!". También es digna de mencionarse la escena del cementerio con la scream queen Linnea Quigley desnuda y devorada por los zombies , además del bichejo ese asqueroso que no paraba de repetir "cereebrooo".

-Reanimator (1985). Con mucho sentido del humor y mucho sexo, Brian Yuzna se basaba libremente en un relato de Lovecraft para relatarnos las andanzas de un mad doctor de la universidad de Miskatonic que crea un líquido que trae a la vida a los muertos. Inolvidable la cabeza amputada del maloso, que no podía controlar su cuerpo.

Bueno, y estos dos ejemplos son más hetereogéneos:

-Demons (1985). El hijo de Mario Bava, Lamberto, con el apoyo de Dario Argento, nos contaba una historia sobre monstruos que se salen de la pantalla, gente que se queda encerrada en un cine, todo ello aderezado con una banda sonora heavy metal. Son unos zombies raros, pero zombies al fin y al cabo.

-Life force (1985). Tobe Hooper comenzaba su ignominioso periplo ochentero con la productora Cannon con esta cinta de culto: el cometa Halley, vampiros espaciales (que se comportan como zombies) que destrozan Londres, Mathilda May, que no sale ni en una secuencia vestida... Yo es que siento debilidad por esta peli.
Y aunque seguro que me olvido de muchos films, cierro la década con el remake de "La noche de los muertos vivientes", dirigida por el mago de los efectos especiales Tom Savini. Una revisitación de la película con la que empezó todo que a pesar de no ser tan mítica como el original sí le hace justicia y merece la pena ser vista. Es básicamente la misma historia, pero con más medios, mejores efectos especiales (como no podía ser de otra manera) y más protagonismo para la chica, que en el original sólo se limitaba a llorar y quebada en estado catatónico; aquí nos encontramos, en cambio, con un personaje femenino fuerte y decidido.