1/08/2007

Cine malo y cine peor: Escuela de jóvenes asesinos (Heathers), 1989

Las gripes invernales dan mucho tiempo para pensar, hacer el vago y echarle una ojeada a toda esa lista de pelis que te bajas y que dejas ahí grabadas en dvd's para un día que puedas verlas. Este fin de semana he pegado un buen repaso a la lista, en especial a los Frankenstein de la Hammer, que son una delicia, pero lo que me ha motivado a escribir ha sido una peli de finales de los 80 con Cristian Slater y Warrona Ryder, Heathers, que aquí en España se llamó (por una vez me gusta más el título en español) "Escuela de jóvenes asesinos". La recordaba de cuando la echaron en el Plus y yo iba al insti y guardaba un recuerdo grato de ella, como una peli simpática en la que el Slater se cargaba a los populares de su instituto haciéndolo pasar por suicidios, de forma que convertía el suicidio en una moda. Pues bien, qué desilusión al revisitarla hoy, qué mal le ha sentado el paso del tiempo, mucho peor que Las aventuras de Ford Fairlane (comparten el mismo guionista) que aún siendo mala todavía te hace reir. Ni siquiera he podido aguantarla hasta el final y es que, joder, parece inverósimil desde el principio, desde que se cargan a la primera Heather dándole de beber desatascador. La tía en vez de rabiar de dolor (me parece que tardaría un buen rato en morir envenenada) se cae redonda al suelo y muere en un suspiro. luego dejan una nota de suicidio y ya está. Pero lo peor viene después, con los dos jugadores de fútbol a los que disparan y lo hacen pasar como un suicidio mutuo. En fin, no reviento más detalles de la peli, lo que pasa es que es mala de cojones y la principal razón creo que es que no se deja llevar por un espiritu más gamberro que haría olvidar que lo que estamos viendo es del todo inverosimil, en lugar de eso se alarga y se hace insoportable. Pues a lo que iba, que me canso ya de escribir, que esa es la diferencia fundamental entre el cine gamberro de los 70 y las pelis de los 80: que las primeras están hechas con mucho morro y se pasan por el forro las leyes de la lógica, de tal modo que si a cada rato estás viendo una cosa que chirría ya deja de chirriarte porque te acostumbras. Mientras que Heathers intenta ser realista y cuando ves algo que no cuadra te saltan todas las alarmas, por no hablar de la música, Dios! quién hacía las bandas sonoras en esa década? es pa matarlo. Pues lo mismo que digo de esta peli se puede aplicar a otra de principios de los 90 :Rebelión en las ondas, también con el Slater. En definitiva, que a fin de cuentas el cine de hoy por un lado no está tan mal si lo comparamos con el de la década de las hombreras, aunque, por lo menos, en esa época todavía se hacía un cine basado en los personajes (por muy patéticos y planos que fueran) y no en las explosiones.

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