5/22/2007

Zombies Party (Shaun of the dead). Edgard Wright (2004)


El inminente estreno de Hot Fuzz, una parodia de las buddy movies (películas de compañeros policías de personalidad contrapuesta como Arma Letal o Dos policías rebeldes), me ha incitado a recordar esta maravilla, dirigida, escrita y protagonizada por el mismo equipo.
Este film fue una de las (escasas) sorpresas agradables que me he llevado en el cine en los últimos años. Como aquí la llamaron Zombies Party y no tenía ni idea de qué iba la peli cuando entré a verla, me esperaba una americanada más al estilo de Scary movie riéndose de las pelis de zombies. Y, bueno sí, la película es eso, pero también mucho más (y mejor). Porque Wright se ríe de las pelis de zombies, pero no es una burla zafia (hay que recordar en primer lugar que la nacionalidad de la cinta es inglesa), sino que se nota que ama a este (sub)género y está hecha con el cariño del aficionado a este tipo de cine y conocedor de todos sus lugares comunes. Es decir, que le ha pasado, salvando las distancias, lo mismo que a Cervantes, ha hecho más que una parodia o una parodia que, por derecho propio, merece estar en los altares del cine de muertos vivientes, al lado de las creaciones de George A. Romero.
Una de las frases promocionales decía que era una comedia romántica... con zombies y estoy completamente de acuerdo. El protagonista, Shaun, es un completo desastre, un don nadie a quien acaba de dejar su novia (por llevarla siempre al mismo bar) y que ha permanecido años y años sin ascender en un trabajo basura. Aunque es un tipo simpático y un amigo fiel, ya que es el único que soporta a su colega Ed, aún más fracasado que él pero que sin embargo está muy contento consigo mismo. A todo esto, la población comienza a convertirse en zombie una noche en que los dos se emborrachan en el Winchester (el bar al que han ido toda la vida) y esta epidemia hará que salga a la luz lo mejor de Shaun.
Como comedia la peli funciona al 100% y tiene multitud de escenas memorables, una de mis preferidas es al final. Cuando parece que todo está perdido, los dos gamberros aún se permiten reirse cuando aparece el ímbecil de su compañero de piso convertido en zombie (y en pelotas). O cuando el padrastro de Shaun se convierte en zombie y alguien suelta la típica frase: "ése ya no es tu padre". En ese momento, el carca demuestra que aún conserva algo de su esencia al apagar la radio del coche, por cuyo volumen tanto había protestado momentos antes de perder la vida.
Y como peli de zombies, pues también. A los amantes del (sub)género no les extrañará nada que el plan para refugiarse/huir de la oleada de muertos vivientes sea de lo más descabellado y que tenga todas las papeletas para que salga mal, porque este tipo de planes ya se ha convertido en marca de la casa; el ejemplo más reciente Dawn of the dead (sí, es un juego de palabras: Shaun/Dawn). Además, en muchos aspectos es mucho más "realista" que la media y sobre todo, los personajes tienen vida propia y se hacen querer, cuando todos sabemos que normalmente en otros filmes de este tipo sólo sirven de excusa para que sean perseguidos y devorados.
En definitiva, que no me extraña que Tarantino y Robert Rodriguez llamaran a Edgard Wright (y también a Simon Pegg, el prota y coguionista) para que hiciera un falso trailer dentro de Grindhouse, ya que el interfecto también es un gran conocedor de películas de serie B y programa doble. Como demuestran el sinfín de referencias (que no hace patentes, algo que desde aquí agradecemos cara a la acción) que incluye ésta su primera película: podemos oír la música de I Goblin (el grupo de Darío Argento que puso música, por ejemplo, a Zombie) en algunas escenas o aparece un restaurante italiano llamado Fulci's (en honor a otro de los nombres clave dentro de la filmografía de muertos ávidos de carne humana, Lucio Fulci).

3 comentarios:

Miski dijo...

jejeje es cierto que los planes para salvarse en este tipo de películas son de lo más desastrosos...como en aquellas en los que los que huyen de un sicópata asesino con cuchillo se meten en un bosque oscuro o en un laberinto de habitaciones sin salida. Por cierto tengo pensado postear en defensa de "House on the Edge of the Park"...dentro del subgénero-subproducto no me parece tan horrible.

OzzyGimenez dijo...

Hola!

Este es un buen ejemplo de que la sangre,los zombies y el terror se pueden compaginar con una buena comedia,sin llegar a ser un escandalo.Un magnifico homenaje a este genero.Mas peliculas asi se tendrian que hacer,jajajaja.

Muy buen blog!!!

Tío Marvin dijo...

Gracias