1/15/2008

Archivo zombie: La noche (II)

Y seguimos con la lista de películas de los comedores de carne cruda. Si en el anterior post repasábamos cómo se iba creando la iconografía del zombie postmoderno, así como las constantes del género, en esta segunda parte veremos cómo nace y evoluciona el muerto viviente durante la década de los setenta. Si en el anterior post todas las películas reseñadas eran inéditas en nuestro país, ahora le toca al turno a las producciones independientes y exteriores a la industria de Hollywood. Países como Canadá, España o Italia serán los que recojan el testigo de George A. Romero y consigan que arraigue este icono del cine de terror actual. Como dejé claro anteriormente no pretendo ser exhaustivo y seguro que me dejo en el tintero muchas pelis por comentar, por no haberlas visto o porque, según un criterio purista, no son films ortodoxamente "de zombis".

La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero (1968)
¿Qué decir a estas alturas de esta peli que no se haya dicho ya? Una película independiente, realizada por unos estudiantes universitarios que se iba a convertir en un éxito internacional, sería elegida como una de las mejores de la historia del cine o incluso ser considerada como un símbolo de su controvertida época (ya saben, por aquello de Mayo del 68). El limitado presupuesto fue lo que seguramente dió lugar a que toda la cinta esté rodada en interiores, transmitiendo una sensación particular de claustrofobia. El equipo creativo se planteó titularla como "la noche de los comedores de carne" (night of the flesh eaters) y es que se introdujo un elemento que iba a revolucionar el género: a los zombies (nadie sabe muy bien por qué) les da por comer carne humana, haciéndo del torpón zombie clásico algo mucho más peligroso. Una aclaración: aunque en esta peli nace el mito de que existe un contagio de la epidemia a través de los mordiscos, estoy en desacuerdo con él y creo que hay algo en el ambiente que hace que todo el que se muera se convierte irremediablemente en zombie (aquí se habla de un satélite espacial, pero no queda nada claro), lo que pasa es que cuando te muerden te entra un peaso infección que hace que la palmes en nada.
Nota: 8'5 /10

Children shouldn't play with dead things o La noche de los muertos vivientes II, de Bob Clark (1972)
El canadiense Bob Clark, más conocido por ser el director de Porky's, fue un innovador en la historia del cine de terror. Así, en 1974 se adelanta al Halloween de John Carpenter, como creador del slasher (subgénero de asesinos psicópatas implacables que en los 80 saturará el mercado del VHS con sagas como las de Viernes 13 o Halloween) con Black Christmas. No obstante, lo siento, esta peli es un bodrio y si la ven algún día les recomiendo que se salten la primera hora de metraje y se vayan directamente al final. Y es que los diálogos son estúpidos, las interpretaciones pésimas y la música es una pesadilla (por no hablar del vestuario). La razón por la que la incluyo aquí es porque durante la invasión zombitaca del final vemos lo mismo que en la de Romero pero en color, y es que el rojo de la sangre es importante en este género. Además el maquillaje está bien conseguido.
Nota: 4/10

Death Dream/Crimen en la noche, de Bob Clark (1974)
Esta vez a Clark la jugada le salió mejor y la peli ahonda en la posibilidad que abrió Romero de enriquecer este género con dobles lecturas y metáforas políticas. Un veterano del Vietnam regresa a casa por el intenso deseo de su madre, pero pronto se dan cuenta de que el joven no es igual y ha cambiado (además todo el mundo lo daba por muerto), pero no obstante, la caracterización como muerto viviente se retrasa hasta el cuarto de hora final. Hay mucha gente que alaba esta peli por su tono documental, la tristeza que la impregna o la reflexión tan interesante que propone. De nuevo lo siento, pero creo que simplemente la peli es LENTA.
Nota: 5/10

No profanar el sueño de los muertos, de Jorge Grau (1974)
Esta coproducción hispano-italiana se adelanta en el tiempo al Zombi/Dawn of the dead de Romero y nos presenta (por fin!) unas escenas gores y desagradables de los muertos vivientes comiendo higadillos de pollo en rabioso color para mayor satisfacción de los fans. Por otro lado, exagera los elementos políticos de Romero llevándolos casi a la parodia; así, los muertos reviven por un experimento del gobierno, que aplica ultrasonidos al subsuelo con el objetivo de incrementar la producción agrícola. Tampoco hay que olvidar al reaccionario comisario de policía que odia más a los hippies que a los zombies. De lo mejorcito del terror español de la época, junto a Pánico en el transiberiano (Eugenio Martín, 1973).
Nota: 6/10

Anexo: El espanto surge de la tumba, de Carlos Aured (1972)
Esta peli también ocupa un lugar destacado en mi panteón zombitaco, pero por razones diferentes a la calidad. En realidad es la típica peli casposa de Paul Naschy (a pesar de sus numerosos fans, a mí sus pelis no dejan de parecerme muy cutres), pero contiene una escena histórica: Luis Ciges (P.Tinto) convertido en zombie!!! Para añadir más mal rollo al asunto, mata a una tía con una hoz y el tío warrón antes la despelota. No recordaba semejante shock desde que vi a Manuel Alexandre (aka Don Matías en las pelis de Parchís) convertido en el violador de una muñeca a Tamaño natural (Luis García Berlanga, 1974) mientras grita "Toma, guarra!".

1 comentario:

nn dijo...

sigo la lectura de esta interesante serie de post zombie...!!!