1/14/2008

Diabolik (II): La película

El prolífico Mario Bava dirigió en 1968 la adaptación al cine del cómic Diabolik, creado en 1962 por las hermanas Giussani y que debido a su éxito aún sigue editándose. Este director italiano fue el responsable del aspecto visual del giallo y era un maestro de la fotografía, llenando sus películas de colores chillones e irreales que las hacen reconocibles al instante.
Y es que la fotografía de la película es lo primero que llama la atención, con ese aspecto tan pop y de cómic, que aún hoy sigue resultando epatante. El segundo aspecto destacable es la música, a cargo de Ennio Morricone, con una melodía que se repite con variaciones constantemente a lo largo del film y que es muy pegadiza, de forma que si la escuchas puede estar rondándote en la cabeza bastantes días.
En cuanto a la interpretación, destaca en primer lugar el francés Michele Piccoli como el enemigo de Diabolik, el inspector Ginko. Y también destaca por su despampanante belleza Marissa Mell, haciendo de pareja de nuestro antihéroe. En cuanto al protagonista, John Phillip Law, es un actor prácticamente desconocido (aunque también participó en Barbarella, otra oda al pop) pero que hace una actuación correcta.
¿Y quién es Diabolik? Pues el ser más cool del universo, un hombre que mea champán, que tiene más artilugios que James Bond, más disfraces que Mortadelo y más salidas que McGyver. Un tío que es capaz de robar el collar más valioso del mundo sólo para regalárselo a su novia o robar millones sólo para darse un revolcón con la susodicha en una cama llena de dinero. Es decir, aquel que todos querríamos ser (y que a las nenas les gustaría tener como partenaire).
La trama del film es completamente inverósimil, pero su incapacidad de tomarse en serio es lo que la hace deliciosa. El nivel de despiporre y de exageración es tan grande como la base submarina de nuestro ladrón, tanto que llega el punto de que en un intento de capturarlo la policía irradie un cargamento de oro para poder seguir la huella del criminal siguiendo la radioactividad. O a que Diabolik dinamite todo el Departamento de Hacienda para que el gobierno no tenga recursos para perseguirlo.
En definitiva, la cinta lleva al extremo el delirio visual de James Bond y el humor de pelis como Flint, agente secreto y todo ello con un presupuesto significativamente menor.
Y aquí les dejo una serie de capturas así como una foto de unos cómics de la colección marviniana (escasa, a decir verdad).


3 comentarios:

Cecil B. Demente dijo...

De aquí cinco horas será mia, ¡si es que el emule no deja de pitar!
Se la ve tremenda, y el videoclip que pusiste otro hallazgo...

Tío Marvin dijo...

Seguro que va a disfrutar mucho con Diabolik. Haciendo una comparación gastronómica Diabolik es como un sorbete de champagne: fresco, ligero, refrescante y sabroso.

estanli cuvric dijo...

La vi hace unos días, gracias al primer post que escribiste.
Y sí: es malditamente guay.